La derrota en las elecciones del 18 de mayo sacudió los cimientos del PRO en la Ciudad de Buenos Aires y obligó al jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, a repensar la gestión para la segunda mitad de su mandato. Pese a las presiones internas para que “oxigene” el Ejecutivo, en el corto plazo no habrá cambios en el gabinete. A la luz del avance libertario, la estrategia se enfocará en profundizar la reforma del Estado con el arribo de un Federico Sturzenegger “a la porteña”.
El tercer lugar en la compulsa local puso de manifiesto el descontento de una buena porción de la ciudadanía con el modelo amarillo. Quince días después de la fatídica noche, las conclusiones que sacan en el entorno del alcalde se resumen en la necesidad de cambios y de revisión de la agenda.
El viernes pasado, en un sorpresivo anuncio nocturno, la vocera y legisladora electa Laura Alonso, dio a conocer apenas un breve anticipo de lo que se vendrá. “Se reorganizará el Gabinete y se ajustará la gestión” en base a cinco “ejes estratégicos”, explicó.
El primer punto sobre el que comenzará a profundizar la gestión se denomina “Orden público, seguridad y limpieza”. Sintetiza una de las mayores demandas de los locales, principalmente por la crisis penitenciaria que derivó en múltiples fugas de presos en el año y medio de gestión, pero también por el control del espacio público, la delincuencia y los problemas en la higiene urbana ante el aumento de las personas en situación de calle por la suba del desempleo.
Alonso también se refirió al enfoque de “Cuidado”, vinculado a temáticas sanitarias, educativas y de desarrollo humano, y al de “Movilidad”, una de las políticas en la que más se apoyó el Gobierno porteño en el último tiempo con el anuncio del TramBUS y la Línea F, aún en etapa previa a la licitación. El cuarto eje, por caso, reúne a tópicos como “Cultura, Deporte y Turismo”.
Se busca un Stuzenegger para CABA
El quinto y último punto es, tanto hacia dentro del partido como hacia afuera, uno de los más resonantes: “Reforma y simplificación del Estado”. La vocera anticipó que se fijará “un nuevo rol” para tal fin. Si bien no brindó detalles, hay quienes lo emparentan con las tareas que lleva adelante el ministro nacional, Federico Sturzenegger, pero en versión porteña.
Una de sus funciones será la de revisar área por área, organismo por organismo, para evaluar posibles recortes. No pasará la motosierra, tal como exige La Libertad Avanza, sino que esperan que haga uso del “bisturí”, la herramienta con la que Jorge Macri simboliza el ajuste en la estructura gubernamental que lleva adelante desde finales del año pasado.
Según explicaron desde la sede de Uspallata en Parque Patricios, el jefe de Gobierno está analizando perfiles y evaluando posibles nombres que podrían ocupar el nuevo cargo. “No está definido aún quién será”, aclararon a Ámbito.
Por lo pronto, la reforma no recaerá sobre la estructura del gabinete. La última salida se produjo en la antesala de la elección con el alejamiento de Waldo Wolff del Ministerio de Seguridad. Antes que él, Néstor Grindetti dejó la Jefatura de Gabinete en manos de Gabriel Sánchez Zinny.
Ciudad se reorganiza sin cambios en el gabinete, con voces que piden por Mauricio Macri
“No habrá cambios de ministros ni se fusionarán las áreas”, aseguraron a Ámbito desde Parque Patricios, para tranquilidad de algunos de los funcionarios de primera línea que, a razón de las críticas a la gestión que provienen desde sectores aliados, podrían estar en la mira. “Son ejes en los que se va a trabajar y en los que vamos a profundizar”, aclararon sobre los puntos de la estrategia.
Los cambios, aunque leves, apuntan a revitalizar la gestión ante el avance de los libertarios, desde donde presionarán al jefe de Gobierno para que avance en una profundización de la agenda desregulatoria, a razón del apoyo recibido en las urnas por parte del candidato Manuel Adorni. La ley Bases porteña es un ejemplo de ello. Si bien Macri se resiste a su tratamiento, el giro en el último tiempo hacia iniciativas vinculadas a mayores recortes en el Estado es una muestra del nuevo rol que ocupa LLA en la realidad local.
En los últimos días, al calor de las demandas internas por cambios en el gabinete, fuentes del PRO mencionaron a este medio que el expresidente Mauricio Macri vería con buen agrado la posibilidad de tener participación en la gestión para colaborar con su primo en la reconstrucción de la identidad amarilla.
La Ciudad es hoy por hoy el único refugio político que tiene el macrismo. Más allá del instinto de preservación que hay de cara al 2027, también aspiran a sostener la marca propia por fuera de los acuerdos electorales con LLA, para el caso de que se resienta la imagen positiva de Javier Milei.
En Uspallata niegan rotundamente el escenario de un Mauricio asesor intragobierno. “Es el Presidente del partido. No tiene porque hablar de si hay o no cambios en la gestión de la Ciudad. Quienes están haciendo esa lectura están equivocados. Se perdió una elección, pero el Jefe de Gobierno es Jorge Macri”, enfatizan.
En el lado PRO de la Legislatura también marcan distancia con los rumores sobre que vinculan al expresidente con Parque Patricios. Consideran que el momento de gobernar CABA es del alcalde. “La gestión es de Jorge Macri, no de Mauricio. Él debe hacerse cargo porque es el jefe de Gobierno”, apuntan.