El analista desmenuzó con agudeza el impacto político, institucional y judicial del fallo que condena la ex Presidenta de la Nación. Opinó que aunque su gravitación simbólica es relevante, carece de control efectivo sobre un peronismo cada vez más fragmentado. Además, advirtió sobre la creciente dispersión de liderazgos en pleno proceso de reconfiguración del sistema de partidos de cara a las elecciones.
02-TAPA-POLITICA-5
El analista político Enrique Zuleta Puceiro, en diálogo con radio Sudamericana, calificó como «un shock en varios sentidos» el reciente fallo de la Corte Suprema que ratificó la condena a prisión contra Cristina Fernández de Kirchner.
A su juicio, el impacto institucional es profundo y marca una intervención del máximo Tribunal «en un momento muy complejo», cuando el sistema judicial atraviesa una parálisis y una crisis de legitimidad.
Según el profesor emérito de la UBA, el fallo «fue demasiado anunciado y forzado desde muchos sectores políticos y mediáticos», y su implementación inmediata generó un escenario cargado de incertidumbre. Señaló además que «hay esfuerzos por profundizar la sentencia», refiriéndose a debates sobre posibles medidas de detención, arresto domiciliario o imposición de dispositivos electrónicos.
Zuleta advirtió que se difundieron instrucciones preventivas en aeropuertos ante una hipotética fuga de la ex Presidenta, lo cual calificó como parte de «un montaje mediático que trata de demostrar el carácter extraordinario de esto». Subrayó también que la reacción del sistema judicial muestra «mucha preocupación», especialmente en los tribunales federales porteños.
UNA RESPUESTA
POLÍTICA AÚN
INCIPIENTE
Lejos de registrar una reacción unificada del peronismo, el analista observó «mucha, demasiada calma» en el frente político. Indicó que no hay un «abroquelamiento» partidario, sino un «estado deliberativo» con múltiples discusiones internas sobre cómo debe reorganizarse el PJ tras el fallo.
Explicó que en la provincia de Buenos Aires, donde se concentra gran parte del aparato político peronista, se evidencian tensiones entre intendentes que evalúan competir por separado para preservar sus mayorías y aquellos que «buscan la unidad frente a un enemigo externo muy grande».
El consultor planteó que la ausencia de Cristina en la toma de decisiones «va a ordenar algunas cosas para algunos y desordenar para otros». Destacó, además, que en los próximos días se celebrarán reuniones clave en distintas provincias, en medio de negociaciones para sellar alianzas y definir candidaturas.
¿CRISTINA
PUEDE SEGUIR
LIDERANDO EL PJ?
Consultado sobre la posibilidad de que Cristina Fernández continúe ejerciendo el liderazgo del justicialismo, Zuleta respondió que «va a aspirar a seguir teniendo el liderazgo del movimiento», aunque remarcó que el peronismo es un espacio «heterogéneo y sin conducción clara».
Según el analista, los sectores movilizados en las calles tras el fallo no pertenecen al núcleo duro del kirchnerismo. «No veo peronismo duro para nada. Veo más bien a la izquierda, los sindicatos, las organizaciones sociales. No veo gente partidaria», afirmó.
Para Zuleta, estas movilizaciones deben entenderse como una búsqueda de relevancia política de actores que han orbitado en torno al peronismo en las últimas dos décadas pero que no son parte orgánica del partido. «Todos están buscando pesar en la conformación de las listas electorales», señaló.
Una constelación
de peronismos
Zuleta Puceiro enfatizó en que no existe «el peronismo» como un bloque homogéneo, sino una diversidad de expresiones. «Hay por lo menos ocho peronismos», apuntó, y diferenció entre el peronismo de los gobernadores, el sindical, el del conurbano bonaerense, y el de las provincias patagónicas, entre otros.
Afirmó que los gobernadores cumplen hoy un papel clave en la articulación política nacional: «Casi todas las provincias están funcionando, ninguna tiene déficit, y son quienes definen el Senado y la Cámara de Diputados».
También destacó que, si bien el peronismo ha perdido el control político de algunas provincias como Santa Cruz, Chubut y Tierra del Fuego, «siguen determinando muchísimo» en términos económicos y de recursos estratégicos.
Sobre el liderazgo de Cristina, afirmó que si bien su figura conserva una «voz absolutamente predominante» y logra captar atención pública, «no tiene una capacidad de determinar los acontecimientos». De ese modo, diferenció entre la gravitación simbólica de la ex Presidenta y su efectividad política real.