El defensor de la Tercera Edad en Buenos Aires y presidente de la Sociedad Iberoamericana de Gerontología y Geriatría describió un cuadro crítico sobre la situación del sector marcado por el deterioro de los haberes mínimos, la caída de la moratoria previsional y la falta de políticas públicas sostenidas.
Advirtió que el arco político permanece indiferente ante una crisis humanitaria que requiere respuestas inmediatas y estructurales, remarcando la necesidad de una transformación cultural que reconozca la longevidad como una etapa activa de la vida.
El defensor de la Tercera Edad en Buenos Aires y presidente de la Sociedad Iberoamericana de Gerontología y Geriatría, Eugenio Semino, fue entrevistado en el programa El Radar, que se emite por InfDRadio 106.3 con la conducción del periodista Facundo Sagardoy, donde analizó con preocupación el funcionamiento actual del sistema previsional argentino.
El defensor analizó el presente crítico de los adultos mayores en la Argentina y cuestionó el tratamiento político que se da al sector, al que consideró víctima de un deterioro progresivo y deliberado.
Semino calificó como «recesión de derechos» a los recientes debates parlamentarios sobre aumentos en jubilaciones mínimas y bonos complementarios.
«Estas medidas habían sido sancionadas hace 10 meses, luego vencidas, y ahora se vuelven a debatir, como si fueran nuevas», expresó, advirtiendo falta de continuidad y de compromiso sostenido con la situación de los adultos mayores.
El proyecto de ley debatido actualmente contempla un aumento del 7,2% y una suma del bono previsional de $70 mil a $110 mil.
PENSAMIENTO OBSOLETO
Semino subrayó que el debate previsional debe enmarcarse en dos grandes transformaciones del siglo XXI: la longevidad y la incertidumbre. «¿Cada vez vivimos más y de manera más saludable, y eso es un problema?», se preguntó con ironía.
El gerontólogo afirmó que este país está gobernado desde un pensamiento viejo, disciplinario, propio de la lógica del empleo, de la fábrica, de un sistema previsional que ya no representa la realidad demográfica.
En ese sentido, afirmó que el 90% de los jubilados cobra por debajo de la canasta básica y que se está atravesando una crisis humanitaria sin precedentes en el sector, donde la estructura, sostuvo, «ya no se sostiene».
Sin embargo, Semino remarcó que el monto actual del bono lleva más de 14 meses congelado y no alcanza para recomponer poder adquisitivo perdido.
Recordó que más de 6 millones de personas perciben haberes mínimos y que estos siguen perdiendo valor adquisitivo frente a la decisión de congelar el umbral de acceso a los bonos diferenciales. «No se habrán aportado por no haber aportado, pero no pueden seguir pagando con la vida la crisis del sistema», remarcó.
LA MORATORIA CAÍDA Y SUS EFECTOS SOCIALES
El defensor también se refirió al final de la moratoria previsional, que —según explicó— dejó fuera del sistema a cientos de miles de adultos mayores que no alcanzan los años de aporte requeridos.
«Antes de fin de año, entre 500 mil y 700 mil personas quedarán fuera del sistema, sin acceso al haber mínimo y sin ningún tipo de prestación», anticipó.
Los daños de esta decisión, advirtió, impactan también en las mujeres, que son las principales destinatarias de la jubilación sin aportes.
Una crisis invisible para la política, visible para la sociedad
En su diagnóstico final, Semino insistió en que el sistema político no ha comprendido aún la importancia de la magnitud de esta crisis ni su impacto estructural y simbólico. La misma, dijo, es cada vez más visible en la sociedad, no así en el Congreso ni en el Poder Ejecutivo ni en el Legislativo, expresó.
Destacó que el envejecimiento requiere decisiones que se piensen desde el tesoro nacional. «No hay política jubilatoria sin inversión, visión, sustentabilidad.
Si no se invierte en quienes más dieron, entonces el mensaje es claro: la función de los viejos en la Argentina es jubilarse para desaparecer», afirmó.
El especialista consideró que «la cultura política ha dejado de pensar a la vejez como una etapa de derechos, como una etapa activa de la vida. Hoy la vejez es sinónimo de carencia, de humillación, de falta de futuro», sentenció.
Respuestas judiciales
Frente a la posibilidad de un nuevo veto presidencial, Semino afirmó que ya han iniciado acciones judiciales para que los jubilados accedan al bono.
«Doctor Andrés Domínguez impulsamos demandas en distintas jurisdicciones del país, como Buenos Aires, Comodoro Rivadavia y Resistencia.
A los políticos ni se enteraron. Hicieron silencio y siguieron con otros temas», lamentó.