La serie Chespirito: Sin querer queriendo, revivió el nombre de Horario Gómez Bolaños, uno de los hermanos más queridos de Roberto. Su personaje como “Godínez” quedó en la memoria de los fans, quienes por muchos años no se dieron cuenta de la conexión que había entre ambos, hasta muchos años después.
Caracterizado con un overol, una gorra verde, su actitud indiferente a las labores escolares se volvieron el sello personal de “Godínez”. Aunque parecía que solo se trataba de un personaje secundario de la serie El Chavo del 8, sus apariciones lo convirtieron en una de las figuras más memorables de la televisión mexicana.
Horacio Gómez Bolaños era descrito como una persona de carácter tímido y reservado, por lo que prefería mantenerse lejos del ojo público y de las entrevistas. Sus actividades principales solo se enfocaban en el trabajo que realizaba a la producción y la comercialización de productos derivados de la serie.
Incluso destacó como el escritor de algunas de las historietas que nacieron como parte de la publicidad de los programas, por lo que se sabe muy poco de su vida privada, más allá de su desempeño profesional.
Al finalizar con las grabaciones de El Chavo del 8, Horacio se alejó por completo de la actuación, pero centró el resto de su carrera a desempeñarse como guionista y productor de televisión, detalló Televisa.
En los 90, los medios informaron que el hermano de Chespirito había sufrido una fuerte caída, la cual le produjo fracturas en la parte de la cadera y el fémur, lo que le llevó a enfrentar otros problemas de salud.
Pese a depender de una silla de ruedas y un bastón, Horacio aceptó ayudar en el homenaje que Televisa preparaba para Roberto Gómez Bolaños; sin embargo, murió en 1999, poco antes de que el evento se llevará a cabo.
Horacio Gómez Bolaños nació en 1930 en Ciudad de México y estudió ingeniería, pero desde joven mostró sus habilidades por la escritura y la producción, lo que lo llevó a trabajar de la mano con su hermano Roberto, recuerda Milenio.
Por su carácter reservado, sus principales funciones se llevaron a cabo detrás de cámaras, donde se desempeñaba como guionista, productor, jefe de marketing y hasta como jefe de logística para la planeación de las giras y las grabaciones fuera del set. Incluso llegó a dirigir algunos episodios de la serie, hasta que Roberto le pidió que participara como un personaje extra.
La insistencia de su hermano animó a Horacio a tomar clases de actuación para darle vida a su personaje, así como participar en otras producciones televisivas como El Chapulín Colorado. Además de aparecer en las películas Don Ramón y Don Ratero, participó en Chanfle y Chanfle 2, según datos de IMDB.
En todas las producciones tuvo pequeños papeles secundarios, pero con el paso de los años se convirtió en uno de los personajes indispensables dentro del mundo de El Chavo del 8 que lograron posicionarlo como actor dentro del mundo del espectáculo.
Fuera de las pantallas ayudó a consolidar a la ya exitosa serie como un producto comercial. Colaboró en los acuerdos de expansión como marca y derivados.
Logró posicionar la idea de Chespirito en todo un fenómeno internacional, que hasta la fecha sigue vigente, ahora de la mano de los propios hijos de Roberto, que tomaron la decisión de contar parte de la historia de su padre y de los primeros años de su vida en la serie Chespirito: Sin querer queriendo.