POLÍTICA
Hay 950 camiones cargados con alimentos y suministros que esperan a ser recogidos por las Naciones Unidas
El gobierno israelí desmintió las denuncias de “hambruna” en la Franja de Gaza al asegurar permitió el ingreso de alimento, pero la ONU entorpece la distribución.
“Hoy por hoy, no hemos identificado signos de hambruna”, señaló el funcionario en una sesión informativa con periodistas bajo condición de anonimato. “Se deben tomar medidas para estabilizar la situación humanitaria, pero la responsabilidad principal por el cuello de botella en la entrega de la ayuda no recae sobre Israel”.
El funcionario apuntó directamente a las agencias de las Naciones Unidas, a las que acusó de no retirar ni distribuir la ayuda que ya se encuentra acumulada en el lado palestino de los cruces de Kerem Shalom y Zikim.
Según datos del Coordinador de Actividades Gubernamentales en los Territorios (COGAT), unos 950 camiones cargados con alimentos y suministros esperan ser recogidos por la ONU. “Esa cantidad sería suficiente para abastecer a Gaza durante al menos dos semanas y media”, subrayó el funcionario.
| La Derecha Diario
Israel, a través de COGAT —organismo del Ministerio de Defensa encargado de coordinar la asistencia civil hacia Gaza— ha mantenido abiertos los pasos fronterizos y no ha bloqueado la entrada de ayuda. Sin embargo, según explicó el funcionario, el verdadero problema está en la distribución interna dentro de Gaza, no en el suministro.
“Se ha permitido la entrada de la ayuda. El problema es que no se está moviendo más allá de los cruces. En reuniones recientes con funcionarios de la ONU, acordamos la distribución de entre 70 y 80 camiones diarios. Pero ayer, por ejemplo, sólo se retiraron 30”, lamentó el representante israelí.
La ONU, que se ha colocado del lado de los terroristas, alega que las condiciones dentro de Gaza son extremadamente peligrosas, y acusa a Israel de obstaculizar los traslados. También ha protestado porque algunos de sus convoyes han sido blanco de ataques del ejército israelí cuando no han coordinado previamente su itinerario, como exige el protocolo de seguridad israelí.
Israel responde que muchas de las exigencias de la ONU resultan inaceptables desde el punto de vista de la seguridad. Entre ellas, permitir que policías de Hamás escolten los convoyes o el ingreso de equipos de comunicación que podrían terminar en manos del grupo terrorista.
“Estamos dispuestos a colaborar, pero no vamos a poner en riesgo la seguridad de nuestros ciudadanos ni a legitimar a una organización terrorista como Hamás”, insistió el funcionario.
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