Alejandro Garnacho quedó en el ojo de la tormenta por un gesto que pocos imaginaron. En medio de una crisis con el Manchester United, el joven futbolista comentó una publicación del Barcelona y desató una ola de odio en redes. «Lets gooo», escribió sin imaginar el escándalo que se venía. Los hinchas del club inglés no lo perdonaron y lo acusaron de traidor sin vueltas.
La publicación no fue cualquier cosa. Se trató del anuncio oficial de Marcus Rashford como nueva figura del Barcelona, y Garnacho no dudó en sumarse con un guiño virtual. Sus palabras se leyeron como una provocación, justo cuando el United lo dejó afuera de la pretemporada y ya prepara su salida. “Salí de mi club” y “Sos el próximo en irte” fueron algunas de las respuestas más repetidas.
Todo indica que su relación con el entrenador Ruben Amorim terminó de romperse. El técnico decidió no convocarlo al viaje de pretemporada y el club ya incorporó a Bryan Mbeumo por 82 millones de euros. Según trascendió, Garnacho pidió que lo vendieran y tanto el Bayer Leverkusen como el Napoli se interesaron, pero el pase no se concretó.
El extremo argentino rechazó una oferta impactante del Al Nassr, el equipo saudí de Cristiano Ronaldo. Prefirió seguir en Europa, con el objetivo de mantenerse competitivo. “Mi plan es quedarme en la Premier”, habría dicho en privado. Mientras tanto, los rumores sobre su futuro crecen y su silencio alimenta la tensión.
En el plano mediático, el gesto hacia el Barcelona fue interpretado como una señal. No solo por el mensaje en sí, sino por el momento elegido. Garnacho no respondió a las críticas, pero sus fans en Argentina salieron a bancarlo. Algunos aseguraron que “solo felicitó a un amigo” y pidieron que no se lo crucifique por eso.
Con solo 21 años, el jugador vive su primera gran crisis pública. Su ausencia en la gira del United y el revuelo por el comentario dejaron en claro que el final está cerca. Aunque todavía no hay anuncio oficial, en el club ya no lo esperan. Garnacho, en cambio, parece mirar al futuro con decisión. Y tal vez con destino catalán.