Ubicada en el condado de Ventura, a poco más de una hora en auto desde el centro de Los Ángeles, California, Camarillo es una ciudad mediana que combina áreas suburbanas con zonas rurales. Rodeada de campos agrícolas y atravesada por la autopista 101, la ciudad ha sido históricamente un punto de actividad productiva ligada al campo, donde miles de trabajadores, muchos de ellos inmigrantes, contribuyen diariamente al cultivo y producción de diversas cosechas.
De acuerdo con la Oficina del Censo de Estados Unidos, la ciudad cuenta con una población estimada de 69.881 habitantes. Esta cifra representa una disminución en comparación con los registros del censo de 2020, cuando se contabilizaron más de 70.000 residentes. Actualmente, Camarillo experimenta una tendencia demográfica negativa, con una tasa de reducción poblacional de -0,58% anual.
La composición étnica de la ciudad refleja una comunidad diversa. Según agrega World Population, alrededor del 62,9% de los residentes se identifican como blancos, mientras que el 16,1% pertenece a dos o más razas.
Las personas de origen asiático representan el 10,8%, seguidas por otros grupos minoritarios, incluidos afroamericanos y nativos americanos.
Camarillo ha cultivado una imagen de ciudad equilibrada entre su pasado agrícola y un presente orientado a la innovación. De acuerdo con su sitio web oficial, la región alberga empresas de tecnología, manufactura avanzada y biotecnología que conviven con la actividad rural que todavía define buena parte de su identidad económica.
Además de su producción agrícola, cuenta con una oferta comercial destacada, con más de 150 tiendas outlet de marca y un centro histórico que atrae visitantes y turistas. La ciudad se presenta como un destino atractivo para nuevos emprendimientos, con políticas locales que favorecen el desarrollo económico y una infraestructura preparada para recibir nuevas inversiones.
En términos educativos y recreativos, los residentes acceden a escuelas bien valoradas, parques distribuidos en toda la ciudad y una biblioteca pública con espacios temáticos para niños. Estos elementos contribuyen a una alta calidad de vida que, según autoridades locales, es uno de los principales motivos por los cuales Camarillo aparece de forma constante en listados de ciudades seguras en California.
Ubicada entre Los Ángeles y Santa Bárbara, Camarillo se beneficia de su cercanía a grandes centros urbanos sin verse afectada por la densidad poblacional de esas ciudades. El acceso a través de la autopista 101 facilita el tránsito diario y conecta rápidamente con otras regiones del estado.
La ciudad también cuenta con una estación de tren servida por líneas de Amtrak y Metrolink, lo que facilita la movilidad de residentes y trabajadores. Asimismo, está próxima a tres aeropuertos: el Internacional de Los Ángeles, el de Burbank y el de Santa Bárbara. Esta red de transporte la convierte en una opción conveniente tanto para vivir como para hacer negocios.
La cercanía al océano Pacífico, a solo 15 minutos de distancia, permite a los habitantes disfrutar de playas como Point Mugu o Port Hueneme, sumando atractivo al estilo de vida local. La combinación de estos factores la posiciona como un punto clave en la costa central californiana.
El jueves 10 de julio, la ciudad fue escenario de un operativo federal coordinado por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés). El despliegue tuvo lugar en inmediaciones de la empresa Glass House Farms, dedicada al cultivo de cannabis.
Testimonios y registros audiovisuales captaron momentos de tensión entre los agentes y personas presentes en el lugar, lo que incluyó el uso de gases lacrimógenos para dispersar a quienes se habían reunido en señal de protesta.
Los hechos provocaron una respuesta inmediata por parte de residentes locales, quienes expresaron su preocupación por la manera en que se ejecutó el operativo y su impacto en la comunidad trabajadora, integrada en gran parte por inmigrantes.
Estas acciones no pasaron desapercibidas para el gobierno local. El alcalde de Camarillo, Kevin Kildee, emitió un comunicado en el que manifestó su inquietud por la manera en que se desarrolló el operativo y destacó que la ciudad no fue informada con antelación y que la incertidumbre generada impactó negativamente en el bienestar de los residentes.
“La presencia visible de agentes de ICE en nuestra comunidad y sus alrededores ha causado, comprensiblemente, temor y ansiedad, no solo en nuestras familias de trabajadores agrícolas, sino también en la comunidad en general, que depende de la confianza, la seguridad y la transparencia de quienes están encargados de protegerlos”, escribió Kildee.
Durante una sesión reciente del Ayuntamiento, varios ciudadanos tomaron la palabra para expresar sus inquietudes. Muchos relataron situaciones de miedo vividas por sus familias y llamaron a preservar la transparencia y el respeto a los derechos humanos en futuras intervenciones.
“Sus voces reflejaron una ansiedad compartida por las acciones federales que ocurren a nuestro alrededor, lo que pone de relieve la profunda afectación que estas operaciones han experimentado en las personas, las familias y la sensación de seguridad y estabilidad de toda nuestra comunidad”, dijo Kildee.
Frente al desconcierto generado por el operativo de ICE, el liderazgo local reiteró su compromiso con las políticas estatales de protección a las comunidades migrantes. El alcalde aseguró que los cuerpos de seguridad locales, incluidos los agentes del Sheriff del Condado de Ventura, no participan ni participarán en acciones federales de control migratorio.
Este posicionamiento busca reforzar la confianza entre los residentes, en particular aquellos que trabajan en la agricultura y que han expresado sentirse vulnerables tras los últimos acontecimientos.