A esta altura, queda claro que en el Boca presidido por Juan Román Riquelme hay decisiones que no terminan de cerrar. El foco está puesto otra vez en los refuerzos, no tanto por lo que hacen con la pelota, sino por lo que pasa fuera de la cancha. Y mientras puertas adentro intentan descomprimir, las versiones que se filtran hacen cada vez más ruido.
Carlos Palacios, uno de los últimos incorporados de Boca -se incorporó en diciembre de 2024-, quedó en el centro de la escena este lunes cuando no se presentó a entrenar con el resto del plantel. ¿La versión oficial? Una tendinitis. ¿Lo que se comenta en los pasillos del club? Que el chileno habría llegado “en mal estado”, y que lo que en realidad intentaron fue “proteger la inversión”.
Según dieron a conocer desde C5N, la explicación que más circula es que Palacios habría tenido una noche de festejos por su cumpleaños -este domingo 20 de julio celebró sus 25 años-, lo que derivó en su ausencia. Desde el cuerpo técnico, liderado por Miguel Ángel Russo, no dejaron pasar la situación: se decidió marginarlo, al menos por ahora.
Lo cierto es que su nombre no es el único que genera cierta inquietud. Días atrás también se sumó Marco Pellegrino, el defensor que fue sancionado por Independiente luego de participar en una fiesta en un yate donde no está muy claro qué era lo que se consumía. Ese episodio fue suficiente para que se hablara de falta de profesionalismo.
LA LESIÓN DE ANDER HERRERA: EL NUEVO DOLOR DE CABEZA TRAS EL CASO DE CARLOS PALACIOS
Y el antecedente inmediato que hace levantar cejas es el de Ander Herrera, que pese a su nombre y recorrido, llegó con un largo historial de lesiones. Tan es así que, según se supo, podría haber sufrido en las últimas horas cinco desgarros. Definitivamente, el español de 35 la está padeciendo en el Xeneize.
Lo curioso del caso es que no parece haber un análisis fuerte en cuanto a los jugadores que llegan al equipo, ya que cuestiones de comportamiento y estado físico son parte del paquete que todos deben ver a la hora de contratar. Si bien es cierto que Boca no es el único club que tiene estos problemas con lesiones y actitudes, es cierto que llama poderosamente la atención de una institución tan grande.
Con el ciclo Riquelme al frente de las decisiones del club, los gestos que se ven desde adentro vienen generando mucha preocupación en los hinchas. Ya no pasa por la falta de gol o el recambio del plantel, ahora se suma este nuevo dolor de cabeza que obliga a Russo a ver alternativas en el resto del equipo para suplir estas falencias por lesiones o actitudes antideportivas. ¿Cómo seguirá el caso Palacios ahora?