Multitudinaria marcha de Eternautas en defensa de la investigación y la ciencia

Científicos y becarios del Conicet, profesores de universidades e investigadores de todo el país, se convocaron en distintas plazas y espacios céntricos en diferentes provincias. En Buenos Aires fueron miles de investigadores que, con sus familias, concurrieron el Ministerio de Ciencia para reclamar por mejores salarios y presupuesto académico. La movida tenía una consigna y un sello: #noalcientificidio y se hizo bajo la impronta de El Eternauta,

Por esa razón, buena parte de los convocados portaban carteles alusivos, disfraces y máscaras inspiradas en la serie de Netflix y en el icónico comic.

Los carteles explicaban las protestas ante los recortes presupuestarios y la crisis que vive hoy la comunidad científica en general en todo el país, con salarios atrasados, falta de recursos para investigaciones y recorte de becas.

“No al cientificidio”, “Nadie se salva solo”, “Una nieve tóxica contra la ciencia y la universidad”, eran algunas de las consignas de las banderas que sostenían los investigadores.

Los organizadores, un colectivo de investigadores de todo el país, explicaron que las razones para esta nueva marcha fueron muchas. Por lo pronto, nunca en la democracia la inversión en ciencia y tecnología ha sido tan baja. De hecho, sostienen que, medido en términos de porcentaje de PBI, este año es menor que el “récord» de mínima, del año 2002, en plena crisis económica.

Según dijo Franco Moscovicz, integrante de la Mesa Federal por la Ciencia y la Tecnología, durante la marcha, “en estos 17 meses de gobierno, el sistema está siendo atacado. Incluso en los sectores que el gobierno dice considerar “prioritarios”. Se cerró la Agencia, se frenaron los subsidios y el deterioro salarial es tan grande que está destruyendo los grupos de investigación y acelerando la migración de los investigadores».

De acuerdo a los datos que recopila el grupo EPC, dedicado a elaborar informes periódicos acerca de la situación del sistema científico nacional, la función CyT del presupuesto cayó del 0,3% del 2023, al 0,21% en 2024 y se dirige a un mínimo histórico en 2025, ubicándose en el 0,15% del PBI, una cifra que perfora el piso alcanzado en 2002 (de 0,177%).

Por otra parte, desde diciembre de 2023, el gobierno eliminó del complejo CyT a 4.148 investigadores, provenientes de universidades, empresas tecnológicas del Estado y otros organismos públicos. De estos, 3.666 fueron despedidos durante el 2024 y otros 531 en los primeros meses del 2025. Y quienes no perdieron el trabajo, perdieron poder adquisitivo: los salarios de los científicos cayeron un 30% en ese tema, considerando el valor a diciembre de 2023.

El presupuesto del Conicet cayó un 17,8% durante 2024 y continúa contrayéndose en torno al 21,6% en 2025, para completar un desplome que ronda el 36% real. A esto se le suma que, actualmente, esta institución está cerrada a nuevos ingresos: una cantidad de jóvenes que se forman en nuestras universidades tienen que emigrar o dejar su carrera.

EG/EM